Cómo y dónde nació la serigrafía? la mezcla de técnicas que se utilizaron. Resumen histórico de este oficio.

La Historia de la Serigrafía

 

¿Cómo nació y se desarrolló este oficio?

(Resumen histórico)

La serigrafía comenzó a dar sus primeros pasos en China.

 

Durante la Dinastía Song, 

(que reinó desde el año 960 hasta el 1279) aparecieron los primeros ensayos de llevar a cabo una forma de impresión que permitiera la reproducción de dibujos lineales y colorear algunos tejidos.

 

Con el correr del tiempo, ésto se fue extendiendo por el continente asiático hasta llegar a Japón. La cultura japonesa siempre tan detallista y buscando mejorar el método, fueron perfeccionando la técnica y la fueron fusionando con otros sistemas ya conocidos como la Xilografía; donde usaban una plancha de madera la cual tallaban a mano para realizar el dibujo o texto que querían hacer, y luego impregnaban con tinta los surcos que ya previamente habían sido tallados, logrando así estampar lo que deseaban.

 

Luego de muchos años de experimentación, dio lugar a que llegaran otras técnicas y habilidades, como por ejemplo el teñido de las telas, a la que luego llamaron Katazome.

La mezcla de varios sistemas y las constantes pruebas, hizo que el aprendizaje fuera notorio.

 

Si a esto el sumamos el avance y el perfeccionamiento de la producción industrial de la seda (donde pudieron encontrarle la veta comercial y económica), encontramos que todo esto y lo aprendido hasta ahora, profundizó aún más el conocimiento a este sistema que ahora estaba tomando forma. 

 

Pero no es hasta el primer decenio del Siglo XX, en los años 1900, donde se patenta esta forma de impresión.

 

Un estadounidense consigue perfeccionar la técnica para imprimir, cuando este hombre confecciona un marco de madera que resistía la colocación de una seda lo bastante tensada como para que no se deforme el bastidor, siendo además el inventor de una emulsión que era capaz de bloquear el paso de la tinta de forma eficaz.

Esto realmente facilitó que la impresión del diseño que deseaba reproducir fuera mucho más prolijo, y facilitaba el trabajo de la pre-impresión. 
 

Esta patente fue un cambio tan importante que provocó una revolución entre los rotulistas (también llamados letristas / filetistas), cuyo oficio lo estaban realizando verdaderos artistas, que se dedicaban a pintar a mano alzada dibujos y textos; todos hemos visto este tipo de trabajos y actualmente hoy día aún se utiliza.

 

Continuando con la historia, rápidamente se extendió este método como sistema y como forma de impresión, al punto que se llegó a visualizar el potencial que tenía, al conseguir imprimir sobre distintos tipos de objetos.

 

El correr de los años y las décadas hizo el resto, se consiguieron crear emulsiones que fueran reactivas y sensibles a la luz (llamadas emulsiones fotográficas) donde se lograba copiar con mayor rapidez y nitidez los diseños para luego hacer las impresiones.

 

Lo que también favoreció a esta técnica, fue la fabricación de sedas con alta resistencia a la tensión, lo que brindaba una mayor estabilidad durante el proceso de impresión. También fue ayudando muchísimo la mejora de la calidad de los tejidos con las que eran confeccionadas estas sedas.
 

Hoy en día el avance y perfeccionamiento de este sistema ha logrado que se pueda aplicar esta forma de impresión a muchos tipos de materiales donde otros sistemas tienen limitaciones, (como la serigrafía también lo tiene) pero aún así continúa siendo vigente por su versatilidad y en muchos casos por las delicadas terminaciones que se pueden lograr. 

 

Para terminar se podría decir que, hacer serigrafía es simple, mas también requiere la voluntad de aprender siempre. Algunos pensarán que es una máquina lo que logra la impresión, de hecho hay máquinas que ayudan a este proceso, pero lo que se destaca aquí es que no alcanza con una máquina para poder hacerlo, necesita de tú tiempo, y eso es lo que le da valor.

 

 

 

Si querés saber qué es lo que se puede hacer en serigrafía, descubrí cada sección de esta página web.

 

A veces con una imagen se entiende mejor que con las palabras.

Historia de la Serigrafía